Si ahora mismo nos propusieran que pensáramos en una mostaza lo más probable es que lo primero que nos venga a la cabeza sea esa salsa amarilla que suele acompañar al kétchup en los restaurantes, y que utilizamos como complemento de los perritos calientes y hamburguesas.
Sin embargo, lo que llamamos “mostaza” no es en realidad mostaza como tal. La salsa es elaborada a partir de las semillas denominadas mostaza, que a su vez es utilizado como especias por numerosas culturas. Se pueden dividir en tres categorías: blanca, negra y gris.
Se cree que se cultivó por primera vez en India en torno al año 3.000 a.C. Sin embargo su nombre propio surgió a partir de la costumbre de los romanos de combinar los granos de mostaza con zumo de uva fermentada o mosto, a lo que coloquialmente se le denominó mustum ardens(mosto ardiente). De ahí derivó a “moutarde” en francés, lo cual se acabó transformando en “mostaza” en castellano (¡así de fácil!).
Las salsas de mostaza con mayor reconocimiento a lo largo del Mundo son las siguientes:
- Mostaza de Dijon: “La cuna de la mostaza”. En esta localidad francesa fue donde se originó la primera mostaza en pasta.
- Mostaza americana: Salsa suave, principalmente elaborada con pimienta blanca. Se trata de la clásica salsa que acompaña a los hot dog.
- Mostaza inglesa: Posee un sabor más fuerte y picante debido a la mezcla de mostaza blanca y negra. Común para la elaboración del famoso roastbeef.
- Mostaza alemana: También denominada “mostaza del León”. Procedente de Dusseldorf, suele presentarse granulada y posee un sabor fuerte. Utilizado para acompañar todo tipo de salchichas.
- Mostaza de Burdeos: Se caracteriza por su color oscuro y su elaboración con mosto de uva.
- Mostaza de Heaux: Preparada con semillas sin triturar del todo, lo que le da un aspecto granulado.
La mostaza en grano, a parte de ser utilizada en la gastronomía mundial, también ha estado presente en la medicina tradicional. Mediante la elaboración de un cataplasma era perfecto para aliviar síntomas de pneunomía, bronquitis y otras enfermedades respiratorias, así como los dolores musculares, debido a sus propiedades antiinflamatorias. Además nutre la piel y fortalece el cabello (¡Qué más se puede pedir!).
Y…el polvo de mostaza se puede utilizar para eliminar la grasa de la vajilla y dejar los utensilios de cocina ¡como nuevos!
En definitiva, la mostaza es mucho más que un condimento…es ¡La mostaza Multiusos!